"No hay viento favorable para el que no sabe hacia donde va"
( Seneca )
Hoy
la palabra “Estrategia” se ha convertido en un término muy
recurrido en los entornos empresariales, como si su mera mención
abriese las puertas a las soluciones añoradas y necesitadas por los
cuadros dirigentes de las empresas. Todo el que quiere vender algo
dice que su producto o servicio es "estratégico" lo cual
no es sino corrupción del sentido real del lenguaje. La realidad es
que muchas de las ofertas que incorporan el termino de estrategia se
quedan en un mero nivel enunciativo del concepto de estrategia, sin
un desarrollo práctico y real del ejercicio de la mente del
estratega.
Estrategia,
del griego “strategos” (lo que hacen los generales). Palabra
mágica, remedio infalible para todas las enfermedades empresariales.
Pastillita que todo lo cura si se prepara con la formulación
correcta, si es bien aplicada, bien dosificada y se le da el tiempo y
la constancia necesarias para ver los resultados.
La
estrategia esta directamente relacionada con la resolución de los
conflictos que tiene que ver directamente con los valores del
ambiente directivo de las organizaciones, de la misión, de la visión
y los procesos de acople de la cultura de las organizaciones a la
estrategia.
Muchos
autores sobre pensamiento estratégico nos dicen que en la empresa
moderna la estrategia es el centro y lo entendemos con mayor razón
cuando recordamos las palabras de Charles Handy al hablarnos de la
paradoja de las organizaciones “...las
organizaciones de hoy deben reconciliar una variedad de paradojas.
Deben ser planeadas pero flexibles, ser globales pero locales en
atender muchos nichos de mercado. Los trabajadores deben ser
autónomos y parte del equipo. Los gerentes deben delegar y controlar
mas la organización. Organizará pero no necesariamente
empleará.”
En
este mundo empresarial, manejado por una gerencia integral que deja
hacer, el estratega y la estrategia son elementos fundamentales en el
logro de los objetivos que nos transportaran al futuro deseado.
La
estrategia esta de moda pero pocos, muy pocos saben de lo que están
hablando. De hecho, las empresas demandan dirigentes con altos
conocimientos específicos de sus distintas unidades de negocio
soñando con que estas personas se conviertan en elementos capaces
de desarrollar una fuerte mentalidad estratégica.
Con
el Pensamiento Estratégico no verá una exposición de una de las
caras de la realidad, pues ésta tiene tantas caras como personas la
perciben.
Esperamos
poder ayudarle a descubrir y ejercitar su
potencial de Pensamiento Estratégico para cualquier circunstancia y
lugar, con independencia del ámbito de actividad en la que tenga que
aplicarlo y del nivel de responsabilidad que le corresponda en su
organización.
El
Pensamiento Estratégico Directivo tiene muchas posibilidades
de desarrollo en los planos de la política, de los negocios,
de los deportes, de las actividades asociativas y además en el
desarrollo del proyecto personal individual.
Si
piensa que el Pensamiento Estratégico Directivo es algo
específicamente reservado a unos pocos iluminados en las grandes
corporaciones, le puedo garantizar que se equivoca. Es más, ni todos
los dirigentes son estrategas, ni todos los estrategas son
dirigentes.
Pero
es seguro, que todas las personas tenemos unas dotes mínimas para el Pensamiento Estratégico desde el momento en que somos capaces de
preocuparnos por nuestro futuro y el de nuestros allegados, y
tratamos de prevenir con mayor o menor fortuna los acontecimientos
indeseables, a la vez que propiciamos el acercamiento hacia
situaciones lo más favorables a nuestros intereses.
Alfiz
(c)